¿Usarías un desengrasante o un lavaplatos en la cara? Pues te aseguramos que al cuero tampoco le gusta nada esa opción, para este paso necesitaremos un producto limpiador específico para el cuero y un cepillo, preferentemente uno de cerdas naturales como el Tarrago Cepillo de Crin.
Aplica un poco de producto en el cepillo, con él llegarás a todos los rincones del asiento. No frotes muy fuerte, y haz movimientos circulares suaves, sin apretar.
Para esto tenemos dos opciones disponibles, una sería el Tarrago Limpiador Universal en formato líquido y el Tarrago Crema Limpiadora Balm Leather Care en un formato tipo crema.
Si el asiento está muy sucio, quizá necesites dejar actuar el producto por unos minutos. Si es así, trata de trabajar la limpieza por secciones pequeñas, así evitarás que el producto se seque y dañe el cuero.
Y, en este caso, recomendamos utilizar el Bálsamo Limpiador porque su textura nos ayudará a adherirse al cuero y ayudará a disolver la suciedad.
Aplica el producto, deja que ablande la suciedad y seguidamente retira el producto con un paño o toalla de microfibra húmedo.
Una vez hayas terminado con todos los asientos, solo queda esperar a que el cuero se seque y así poder proceder al acondicionamiento.